El único sueño de las novelas y los poemarios es ser leídos, ser pasados de mano en mano, de labio en labio. Desde este pequeño rincón del mundo intento cumplir sueños. Lo que mejor sé hacer es contar historias, o al menos eso creo.
Hasta el momento he ganado el III Premio a la Creación Literaria Playa de Ákaba con la novela "Y la tierra se movió bajo ellos", también he participado en diversas antologías de relato y poesía, y en la revista de creación literaria Otras Palabras.
Gracias por acercaros a mi mundo.

domingo, 26 de agosto de 2012

Oscura.


Las cosas
acaban cayendo por su propio peso.

Ella se rasgó la piel airadamente,
y dejó al descubierto toda su negrura.
Hacía mucho tiempo que a mi lado
tan sólo había luz
y tardé en reconocer la oscuridad.
Justificaba su agrio manto que todo trataba de empapar
con malos entendidos, tensiones y equivocadas palabras.

Pero las cosas
acaban cayendo por su propio peso.

Hay que ser muy avaricioso,
pensé al contemplarla desnuda, para guardar
tanto odio, tanto rencor, tanta desconfianza,
y no permitir que vuelen libres.
Hay que tener los ojos cargados de hollín
para ver la luz, oscura y confundir
 una mano tendida con un puño que te ahoga.

Pero las cosas
Acaban cayendo por su propio peso.

Y sentí pena al pensar
que sólo, el que ha recibido muchos golpes,
en lugar de abrir los brazos
golpea, por si le atacan de nuevo.
Que sólo, el que ha perdido muchas lágrimas
Es capaz de hacer llorar a quien porta una sonrisa
para que así, sus lágrimas perdidas
no parezcan ridículas y sin sentido.

Pero las cosas
Acaban cayendo por su propio peso.
Y la negrura,
por mucho que se empolve la nariz,
nunca dejará de ser
solitaria, amargada y oscura.