Y ahora sé que tengo
piernas, manos, pies y puños,
un corazón capaz de latir
mientras cose heridas y remienda cicatrices,
hermanos, hermanas, madres y padres,
amigos que regalan pedazos de vida
a cambio de una sonrisa.
Sí, ahora lo sé.
Tengo la noche en mis pupilas
y un sol ardiente en el ombligo,
océanos de lágrimas en mi espalda
y nubes de algodón en la cabeza,
arena en los bolsilllos,
emoción dibujada en las caderas
y palabras duras en el alma.
Sí, ahora lo sé.
Tengo un cuerpo
capaz de encajar patadas,
y ojos limpios
que aguardan oteando el horizonte,
labios, piel, sangre y sueños,
caricias escondidas para que no te las lleves
y la vida entera contenida en un beso.