El único sueño de las novelas y los poemarios es ser leídos, ser pasados de mano en mano, de labio en labio. Desde este pequeño rincón del mundo intento cumplir sueños. Lo que mejor sé hacer es contar historias, o al menos eso creo.
Hasta el momento he ganado el III Premio a la Creación Literaria Playa de Ákaba con la novela "Y la tierra se movió bajo ellos", también he participado en diversas antologías de relato y poesía, y en la revista de creación literaria Otras Palabras.
Gracias por acercaros a mi mundo.

lunes, 10 de agosto de 2015

Te quiero.


Algunas palabras no se desgastan
por mucho que sean repetidas.

Algunas palabras anidan en el pecho
y allí se hacen fuertes
a base de profundas miradas,
de besos que arrasan dudas,
de abrazos que atan cuerpos
y disuelven cicatrices.

Algunas palabras no se desgastan
por mucho que sean repetidas.
Por mucho que se regalen.
Por mucho que se compartan.



sábado, 25 de julio de 2015

Todas mis mañanas.

Quiero creer en ti todas mis mañanas
y besarte mucho, y abrazarte fuerte
durante uno, dos..., diez segundos,
o tantos como necesites para sentir
la verdad de mis latidos,
la sinceridad de mi aliento,
el peso de mi cuerpo sobre el tuyo.

Quiero creer en ti todas mis mañanas
y abrazarte mucho, y besarte fuerte.

viernes, 17 de julio de 2015

Tuyo y mío.

Te lo llevaste
cuando no podías hacerme más daño,
porque ya
me importabas una mierda,
y tu ausencia
tan sólo me daba risa.

Te lo llevaste
después del sufrimiento y las noches en vela,
después de aguantarme las lágrimas
y armar sonrisas.
Después de tener que ver tu indolencia
para estar a su lado.

Cuando pensaba
que no podías ser peor persona
te lo llevaste.

Y ahora
tan sólo me consuela
pensar en su alegría inocente,
en sus carreras descompasadas,
en su mirada dulce y cariñosa
esperando una caricia,
que, a veces,
sueño darle de nuevo.

sábado, 11 de julio de 2015

Poco a poco.

Me ganaste poco a poco
como se ganan las grandes batallas
o la confianza de un niño.
Como se recobra el aliento
tras hacer el amor.
Como se recuperan las ganas de vivir
tras la más fuerte derrota.
Así, poco a poco, me ganaste.

Y ahora soy tuyo
porque mi corazón tiembla si estás lejos
y el colchón, antes amigo,
me traga en tu ausencia.
Porque nada es igual sin tus brazos,
sin tu calor,
sin tus palabras susurradas al oído.