El único sueño de las novelas y los poemarios es ser leídos, ser pasados de mano en mano, de labio en labio. Desde este pequeño rincón del mundo intento cumplir sueños. Lo que mejor sé hacer es contar historias, o al menos eso creo.
Hasta el momento he ganado el III Premio a la Creación Literaria Playa de Ákaba con la novela "Y la tierra se movió bajo ellos", también he participado en diversas antologías de relato y poesía, y en la revista de creación literaria Otras Palabras.
Gracias por acercaros a mi mundo.

viernes, 11 de noviembre de 2011

Vieja amiga


  Hubo un día en el que sólo le quedó ser y eso dejó de ser importante. Hubo un día en el que no tropezó con ninguna sonrisa, ni tan siquiera la suya antes fácil al otro lado del espejo. Hubo un día en el que todas las promesas se deshicieron como un terrón de azúcar en agua caliente, un terrón negro que perdió su dulzor entre insultos,  gritos y reproches. Hubo un día en el que decidió volar porque esa mano sin caricias caía sobre ella tan pesada como sus lágrimas.
  Y voló…
  Voló del modo más sencillo, o tal vez del más difícil. Con un vuelo desacostumbrado, de esos que no tienen alas, de esos que bañan los ojos en pasado y nos enseñan un suelo cada vez más cercano, de esos que nos obligan a dudar a cada instante.
  Pero voló…
  Y en lo que duró ese vuelo, recuperó una vieja amiga: su sonrisa. 

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