Ato tu recuerdo
a las cuatro esquinas de mi cama
y me pierdo en él
como antes lo hacía en tu cuerpo.
Cuando yo era todo
y todo era suficiente
Cuando tus ojos me prometían
un cielo siempre abierto.
Cuando mordía tu nombre
para no gritarlo
y evitar que tanto amor
me partiera el pecho.
Y ahora sólo muerdo el tiempo
para que pase rápido, o lento,
pero que pase
y pueda atarte de nuevo
a las cuatro esquinas de mi cama.
Precioso...pero muy triste. Supongo que a veces también hace falta esa tristeza...pero sólo para que se pase rápido...
ResponderEliminarMil besos, mi niño
Sí, un toque de melancolía es bueno para escribir, para crear de corazón. Pero también es bueno que pase rápido.
ResponderEliminarMil besos más para ti.