El único sueño de las novelas y los poemarios es ser leídos, ser pasados de mano en mano, de labio en labio. Desde este pequeño rincón del mundo intento cumplir sueños. Lo que mejor sé hacer es contar historias, o al menos eso creo.
Hasta el momento he ganado el III Premio a la Creación Literaria Playa de Ákaba con la novela "Y la tierra se movió bajo ellos", también he participado en diversas antologías de relato y poesía, y en la revista de creación literaria Otras Palabras.
Gracias por acercaros a mi mundo.

sábado, 31 de diciembre de 2011

domingo, 11 de diciembre de 2011

Las cuatro esquinas de mi cama.


Ato tu recuerdo
a las cuatro esquinas de mi cama
y me pierdo en él
como antes lo hacía en tu cuerpo.

Cuando yo era todo
y todo era suficiente
Cuando tus ojos me prometían
un cielo siempre abierto.
Cuando mordía tu nombre
para no gritarlo
y evitar que tanto amor
me partiera el pecho.

Y ahora sólo muerdo el tiempo
para que pase rápido, o lento,
pero que pase
y pueda atarte de nuevo
a las cuatro esquinas de mi cama.

jueves, 8 de diciembre de 2011

La despedida.

Puede estar en una mano
que se agita contra el viento.
En un beso, en una lágrima,
en un trémulo te quiero.

En un canto de gaviota
mientras se aleja el marinero.
En un ahogo, en una herida,
en el llanto más sincero.

Tu despedida está en mi cuerpo
que se quiebra en el silencio.

domingo, 27 de noviembre de 2011

Noviembre.


Para mí la primavera llego en noviembre.
Con los amarillos, ocres y  marrones.
Con las hojas caídas y el viento  frío,
ese que te hace pequeño de tanto encogerte.

Para mí la primavera llegó en noviembre.
Con chaqueta granate y ojos azules.
Con su alegría festiva de amor y trabajo,
ese en el que por fin podría sentarse.

Y desde aquel dulce noviembre
 las flores crecen sobre la nieve y la tierra seca.
Sobre el mar y el cielo que le gustaría surcar sin descanso.
Sobre horizontes lejanos  que llenamos de sonrisas
y  miradas que tiemblan cuajadas de vida.

Para mí siempre será noviembre
y guardaré tu primavera en mi pecho.

viernes, 11 de noviembre de 2011

Vieja amiga


  Hubo un día en el que sólo le quedó ser y eso dejó de ser importante. Hubo un día en el que no tropezó con ninguna sonrisa, ni tan siquiera la suya antes fácil al otro lado del espejo. Hubo un día en el que todas las promesas se deshicieron como un terrón de azúcar en agua caliente, un terrón negro que perdió su dulzor entre insultos,  gritos y reproches. Hubo un día en el que decidió volar porque esa mano sin caricias caía sobre ella tan pesada como sus lágrimas.
  Y voló…
  Voló del modo más sencillo, o tal vez del más difícil. Con un vuelo desacostumbrado, de esos que no tienen alas, de esos que bañan los ojos en pasado y nos enseñan un suelo cada vez más cercano, de esos que nos obligan a dudar a cada instante.
  Pero voló…
  Y en lo que duró ese vuelo, recuperó una vieja amiga: su sonrisa. 

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Amor no mío

Te amo.
Y no digo que te quiero
pues denota posesión,
mas tú eres libre
y aún así,
estás a mi lado.

Te amo.
Y cómo expresar con palabras
un sentimiento inmenso,
tan pleno,
tan lleno de cosas bellas.
No puedo.

Te amo.
Y si te comparo con la luz
no sería suficiente.
Y con el agua, y con el aire.
Tú sigues siendo aún más grande.
Y con la misma vida
que engendra vida y todo protege.
Tal vez me aproximara.

Te amo, y no te quiero
pues tú me amas del mismo modo.